jueves, 21 de enero de 2016

Sin pájaros en la cabeza




Me fascinan las chimeneas y las antenas en los tejados

          Con esa mirada bobalicona, esos rasgos conejiles y ese color marmóreo, no me extraña que las aves hayan optado por irse. No hay lugar para la ensoñación ni la poesía. 

          Por cierto, en pocos días se conmemora el centenario del fallecimiento de Rubén Darío y esta pintura me recuerda a su Garcín: “Hoy, en plena primavera, dejo abierta la puerta de la jaula al pájaro azul”.

Ayer en la calle Estébanes.
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