lunes, 26 de febrero de 2018

Colgajos y pingajos

Fotos de ayer. Calle Batalla de Bailén, cerca de la calle Batalla de Almansa.





          Será porque el piso está entre batallas, que me invade el espíritu combativo de algunas madres obsesivo-compulsivas con la limpieza y el orden que conozco, y me poseen pensamientos del tipo: "¡Madre mía, pero cómo tendrán la casa! Llena de mierda, seguro. Si es que me dan ganas de subir y ponerme yo a limpiar. No sé podrá ni pasar. ¡Y qué cristales tan sucios! ¿Pero tú has visto? ¿Es que no tienen a nadie que les diga nada? ¿Y sus madres? Seguro que el rellano apesta a porro que echa pa'trás. Los vecinos tienen que estar contentos (ironía)".




          Luego me libero del fantasma bélico, me entra envidia porque no todos podemos poner lo que queramos en las terrazas, pero me queda la preocupación de que los mástiles se suelten y caigan sobre alguien o algún coche. Me pregunto si estará prohibido poner astas u objetos que sobresalgan tanto de la propiedad de uno.

           Espero que el loby católico ultra no vea la balconera del Niño invertido y no los acuse de herejía o peor. 

          El zapato que cuelga de los Papá Noeles (también castigados boca abajo) no sé si está como contrapeso, si completa la tradición navideña de dejar regalos en el calzado o si los muñecos son cleptómanos y lo han mangado en alguna casa.
 



          Parece que hay un montón de emblemas, pero sólo distingo las banderas aragonesa, republicana y pirata. Todas descoloridas. 




A esta terraza ya le dediqué la entrada Podemos...


domingo, 25 de febrero de 2018

Búho disuasorio


          En el paseo de María Agustín, en el horrible búnker de hormigón que destrozó lo que quedaba de las Fecetas. Fotos de este mes.

¿Se le moverá la cabeza?


En la segunda planta, sobre el árbol central. 
No sabía, hasta que he visto la foto, que había ahí una freiduría para celíacos (detrás de la señora).




Sobre el Convento de Las Fecetas, ver Cuarto y mitad de convento.

Otros espantapájaros (o no) en Perched, Gato disuasorio y ¿Búho aburrido?

Gato disuasorio


          Probablemente su finalidad sea estética, pero también puede ayudar a espantar las plagas voladoras. Está sentado entre la avenida Madrid y la calle Ramón Campoamor. Enero de 2018.



Rascándome en la antena.

En la esquina.

Desde aquí veo muy bien las ramas del plátano de sombra y a sus habitantes.


¡Qué bien se está al solecico!





Otros animalillos espantapájaros en Perched y ¿Búho aburrido?

jueves, 22 de febrero de 2018

Amor invertido




Al fondo, la Iglesia del Portillo.




          Raflán del IES Ramón y Cajal, entre las calles Mayoral y Agustina de Aragón. Febrero de 2018.

Otro de Acción poética, ya desaparecido, en Alcahuetería mural.

viernes, 16 de febrero de 2018

Es por culpa de la barba


          Cada vez que lo veo, me recuerda a cierto dictador de la mayor isla caribeña. Luego me siento culpable. Su mirada parece recriminarme.



En el IAACC Pablo Serrano, en el paseo de María Agustín, n.º 20.



Fotos de hoy.

Catas


¿Para comprobar el estado de la fachada?

C/ Predicadores, n.º 123 y 125. Imágenes de febrero de 2018.


Detalle. Se aprecia el dintel de madera, la disposición de los ladrillos y la pintura gris.

Tradicional pintura añil de las fachadas y ocre.

Al picar, se ve que la grieta es más grande de lo que parece.

Detalle.




Vista general.


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Datos de la ficha descriptiva del Ayuntamiento (edificio n.º 123):

Grado de Protección: Interés Arquitectónico (B)
Intervenciones Permitidas: Rehabilitación.
Elementos a Conservar: Fachada y caja de escaleras.

     Este edificio forma parte de un conjunto de casas construídas con un esquema de fachada unitario y carácter seriado (parcela y planta) (núms. 121 y 125), algo muy característico de los siglos XVII-XVIII.

      La fachada es de ladrillo visto con revoco ligero. La primera y segunda planta de viviendas presentan la misma disposición de dos grandes vanos adintelados y abalconados, fruto de haber rasgado y abalconado y reordenado los vanos originales de ladrillos a sardinel. En la planta ático se sitúa un mirador de cinco vanos adintelados y triple línea de impostas. Se corona el edificio con un alero simple de madera con canetes y tablas. En la planta baja se abren dos vanos adintelados, fruto de la reforma, habiendo así desaparecido la portada original en arco de medio punto Los cerrajerías de los balcones son modernas.
 
     A la vista de las características tipológicas del edificio, se trata de una construcción tradicional (siglo XVII), reformada seguramente a comienzos del XX.


Enlace de la Ficha.


martes, 13 de febrero de 2018

Torii maño

Parece uno de esos arcos ceremoniales nipones.


La bandera estaría bien puesta si la viéramos desde el interior del balcón y colgara hacia dentro.
¡Ay, esos cables! ¿No había otro sitio?


Este tipo de elementos decorativos estilizan los edificios, pero da miedo pensar que con el tiempo, el cierzo o algún terremoto acaben cayendo.

El edificio está en la calle Cinco de Marzo.

 
Fotos de noviembre de 2017.

Cabellera de sauce


          El cierzo meciendo las ramas del sauce una mañana de diciembre del año pasado. 


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En la sede de cierto banco situado entre Sagasta y Constitución.



lunes, 12 de febrero de 2018

Extrañamiento



           Se esperaría un coche de caballos de otro siglo y no semejante monstruo.

          Camión recogiendo las piezas de la exposición del cartel (enero de 2018). En el renacentista Palacio de Sástago.



domingo, 11 de febrero de 2018

Rinconcico



          Me encanta este rinconcito. La verja es sencilla. Encierra un espacio mínimo de piedra y molduras sobrias. Me sugiere historias.
 

          Pero probablemente su razón sea impedir que la incontinencia urinaria de borrachillos finisemanales riegue y apeste los pies del ábside de La Seo.
 

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          Esta puerta de medio punto cegada, a los pies de la torre, también tiene su encanto. Plaza de La Seo.
 

Fotografías de enero de 2015 y agosto de 2010.

sábado, 10 de febrero de 2018

Gatos borrosos


Desenfocados, lejanos, escondidos. Inquietos gatos. Dueños de las ruinas.


Calle Río Duero. Noviembre de 2016



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Parque Grande

Mayo de 2015.

Febrero de 2017.

En la puerta del Jardín Botánico. Febrero de 2017.



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Depósitos junto al Parque de Pignatelli. Octubre de 2017

La mancha blanca.

Fotografiado a través de los agujerillos de la puerta.


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Plaza de Europa

Febrero de 2017.

Subiendo a beber de un charco.

Uno a la izquierda entre la maleza y a la derecha, el otro bebiendo a los pies del árbol.

No sé qué agua será menos tóxica, ésa o la del cercano Ebro.


La banda sonora de esta acción es el graznido de una urraca, enfrente del gato, marcando el territorio y dando la voz de alerta.

Pero la cosa no pasó de allí. No sería la primera vez que veo a una picaza echar a un minino de su zona.

Ya de vuelta, los dos gatos coinciden y se saludan en la escalera.

Mayo de 2017. En el mismo sitio.
Ahora la tranquilidad se les ha acabado y las obras previas al macroadefesio probablemente los haya expulsado de su territorio.

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Teatro romano

-Febrero de 2017


Detalle.

En el hueco del centro de la imagen.

Detalle.

A la izquierda, bebiendo. Detalle de la siguiente foto.
Los arbustos están junto a la Casa de Ganaderos, que este año celebra su 8º centenario.

Vista general.

 

-Septiembre de 2017

Atigrado en la parte derecha inferior de la imagen. El rojo y el negro son dos puntos al fondo, apoyados en la pared.


Detalle del atigrado.

Ahora se va.

Detalle de la pareja del fondo.

 

-Octubre de 2017

No sé por qué quieren quitarlos, con la paz y la elegancia que dan a las ruinas.

Asientos privilegiados para los cuatro en el espectáculo.

Ya son cinco.


Un blanquinegro sentado junto a uno de los pilares de la pasarela.


Cuento seis: tres en la izquierda, dos blanquinegros en la derecha y un atigrado abajo.



-Otro día de octubre de 2017

Gata mirando hacia el escenario o más bien hacia los visitantes del interior del museo, que son su espectáculo.



De nuevo el rojo y uno de los negros juntos. La gata de abajo pasa del espectáculo.

Los dos blanquinegros juntitos en la pasarela.


 
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Entre las calles San Miguel y Miguel Allué Salvador.
Febrero de 2018

Conducir así es poco práctico, poco higiénico (chupando el volante) y muy cansado.

Reliquia de un negocio anterior.


Febrero de 2017. Un año antes otro negocio utilizaba el mismo logotipo.


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Calle Predicadores. Octubre de 2017

Para finalizar, el rey de los gatos maños.



          También ha sido una excusa para poner fotos deficientes e imperfectas.