miércoles, 12 de junio de 2019

Excrementi columbae




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          El pobre Augusto no gana para disgustos. Él disiente respecto a la ausencia de plaga de palomas en Caesaraugusta y está hasta el paludamentum de las "almas caritativas" que diariamente las alimentan en los mismos sitios y a las mismas horas sin que las cohortes urbanae (u otros responsables) lo impidan.

Vista posterior del paludamentum o capa.

Fotos de una sombría mañana de marzo de este año.

          Sobre la clamidiosis, salmonelosis y otras enfermedades que pueden transmitir estas aves, ver EFEsalud.


lunes, 10 de junio de 2019

Tristes y abandonadas Musas

          ¡Habladme, oh Musas, del olvido que os castiga y de la impureza que os corroe!






La restauración iba a abarcar toda la fachada norte del Teatro Principal.




 

¿He dicho "toda"? 




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          ¡Se me han dejado a las Musas llenas de roña! ¡Cómo esperan que las hijas de Mnemósine y de Zeus sean propicias a este sacro lugar! Para que nos sean benevolentes habrá que ofrecerles en sacrificio (en efigie) a los responsables de su estado.


          Además, el resultado de la obra es un cegador blanco nuclear con azulete que ni la fachada de La Seo en los años 90. Dicen en el proyecto que es blanco roto... Quizá visto a través de unas gafas de sol. Deberían haber preguntado a los esquimales, ellos sí que entienden de tipos de blancos.




          El color responde a la voluntad de Patrimonio, pero creo que un tono pastel discreto y recuperar la policromía le hubiera ido mejor. Esto que han hecho, en dos días está con el mismo aspecto que las deidades que lo coronan.
Me pregunto si habrá que encalarlo o enjalbegarlo todos los años.


Desde la calle San Andrés.

En la izquierda, la Casa de Ganaderos.


          Todas las fotografías son de mayo de 2019, excepto las de los andamios, de marzo de 2019.
 
Otras fotos del estado de las estatuas en Cara partida

Sobre la obra, ver Noticia 1 y Noticia 2.



viernes, 7 de junio de 2019

Arqueología de la basura


          Imágenes de un viernes de marzo de 2019, delante del Museo del Claustro del Pozo de San Lázaro.



          La mayoría de nuestras construcciones y creaciones actuales son efímeras conscientemente o por su mala calidad y en el futuro quedará muy poco de nuestro paso por aquí.

          Dicen que algunos de nuestros productos nocivos no desaparecerán en décadas o en siglos. Yo creo que como la naturaleza (natura, vida, como se la quiera llamar) se regula para sobrevivir y continuar, igual que mutan las bacterias de las infecciones para no sucumbir a la penicilina o las cucarachas se vuelven resistentes a los insecticidas, del mismo modo se equilibrará del exceso de la plaga que somos.

A falta de un cubo de basura o de una papelera a mano...


          La naturaleza desarrollará algunos bichos que transformen nuestra sobreabundancia material en una pasta acre homogénea, algo similar a una masa de residuos procedente de la degradación bacteriana de nuestros plásticos y de otros compuestos; o puede que los nanobichillos digieran nuestra porquería y la excreten en forma de sustancia útil para la tierra. O quizá suceda de éstos y de muchos otros modos, normalmente la naturaleza es plural en sus actuaciones.


Consecuencias de la noche del jueves. El tarro de plástico también está lleno de hormigas: supongo que contuvo cortezas o algún otro tentempié de los que maridan con la cerveza en un botellón.


          De cualquier modo, estas sustancias resultantes carecerán de interés para los arqueólogos del futuro (no así para los biólogos), que no perderán el tiempo en extraer y catalogar lo que fue un táper o un vaso de plástico abandonado entre unas piedras. Esto podría suceder si dentro de unas pocas centurias nos hemos regulado como plaga o no nos hemos "autoextinguido". Mientras tanto, los políticos/empresarios se quejan de la baja natalidad y quieren que nos multipliquemos porque cuanta más población, más beneficios obtienen.


Navidad bohemia




Esta pintura me lleva mentalmente a los grises y cierzosos días de invierno.


 

          No sé si el adorno navideño que pende todo el año sobre la cabeza de Ramón María del Valle-Inclán es un guiño a sus cuentos de Navidad, un pequeño reclamo o un simple olvido. De cualquier modo, contribuye a la semántica de la decoración relativa al autor de la bohemia y del esperpento. 


Don Ramón parece apoyado sobre la señal.

 
 Fotos de febrero de 2019.

Aviones en el Palacio de la Sierra de Lisboa


Mayo de 3018


-Palacio de La Aljafería




Un buen lugar para proteger las crías del intenso sol veraniego.


Los nidos del hueco derecho están en peor estado, pero se aprecian mejor los excrementos de las aves.


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          Las golondrinas pueden llegar a comer unos 850 insectos al día. Si a eso sumamos lo que comen los aviones, los vencejos y los murciélagos (un millar de bichos por noche), no sé qué hacemos que no les facilitamos la vida. No hay insecticidas más efectivos.



-Calle Sierra de Vicor


En los nidos de la izquierda uno de los progenitores alimenta al del interior. Detalle en la fotografía siguiente.


Vista más centrada.


Por la derecha de la imagen se acerca un avión.

Toca chufa y se va.

En la derecha, un avión descansa en la pared y a la sombra. No son como los vencejos.

Detalle de la misma ave. La simplicidad del avión común lo hace muy bello. En la derecha, restos de otros nidos.

Vista desde otro extremo.

Dos aviones en la izquierda (a la altura de la ventana) y otro en la derecha, posado cerca de los nidos.

El mismo llegando y posándose. Montaje de imágenes.



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          En España y en Europa es ilegal destrozar los nidos de las mencionadas aves insectívoras (no incluyo como tal a los mamíferos quirópteros con alas) y la multa por hacerlo va de 5.000 euros para arriba. Son razones más que convincentes para dejar en paz a estos animales.



-Calle Jardines de Lisboa


Detalle de los nidos de la izquierda de la foto anterior.


Ampliación de la imagen anterior. Estos nidos tienen mucha actividad, como se aprecia en los regueros de excrementos en ambos extremos. En la izquierda se ven un par de aviones.

Esquina del mismo edificio.


Vecindario aviar muy concurrido.