jueves, 3 de marzo de 2016

Gradas



          En 2014 el Ayuntamiento decidió poner gradas, con una capacidad de 1.300 plazas, con el objetivo de mejorar la visión de las ofrendas de las Fiestas del Pilar. Para poder acceder a ellas, había que hacer una reserva de 3.50 euros en cierto banco. Si se adquirían en el momento del festejo, el precio era de 3 euros tanto el asiento en la grada como la silla a pie de calle. El día de la Ofrenda de Frutos todas las localidades costaban 1 ebro (así lo he escuchado más de una vez y me encanta).

Imágenes de la Ofrenda de Frutos de 2014



Normalmente emborrono todas las caras (creo que es ilegal fotografiar a gente sin su permiso), pero en este caso no tengo paciencia

           En mi opinión, la idea era buena, pero la echó a perder un optimismo recaudatorio que hizo pensar que los ciudadanos estaríamos dispuestos a pagar unas 500 pesetas (yo sigo pensando así, porque me da una idea real de lo que cuesta todo) para ver un espectáculo al que se acude en masa por distintas razones: devoción, tradición, folclore, curiosidad... o simplemente porque es fiesta. 

          Si se hubieran limitado a 1 ebro, la  gente se hubiera animado y quizá podrían haber subido el importe unos años después, cuando su uso se hubiera convertido en una costumbre; pero pretender que las gradas fueran rentables el primer año, no fue muy inteligente. Igual que no fue práctico el hecho de tener sólo dos opciones de compra y que una de ellas fuera a través de la web y los cajeros de un banco. No todo el mundo tiene cuenta en tal banco ni edad/habilidad para reservar en dichos formatos. Vamos, que da mucha pereza y tira para atrás. Si los tiquets se hubieran vendido también donde repartían los programas de fiestas gratuitos, hubiera sido más cómodo para todos y problablemente las gradas se hubieran llenado.

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