Este año no tenía intención
de hacer una entrada con este nombre porque nada más acabar las fiestas, la
gente se apresuró a quitar los adornos navideños, probablemente porque la
publicidad y la mercadotecnia comienzan cada vez antes y todos
terminamos saturados. Pero me equivocaba y habrá que ir pensando en cambiar el
refrán “Hasta san Antón, Pascuas son” por “Hasta san Valero, Pascuas venero”.
Esta mañana me he topado con
unos viejos amigos.
Exacto, son los sextillizos
de la entrada “Incoherencia navideña” (ver abajo), pero en otra postura, posiblemente provocada por el
cierzo (extrañamente ausente en un día como hoy).
En la tercera ventana de la primera planta.
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El último amigo es el
residente en la calle Matías Carrica, que conocí en las Navidades de 2014 (ver abajo).
Si entonces había implotado,
ahora está hinchado, como le corresponde a todo buen Papá Noel.
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Actualización:
Casi santa Águeda y ahí siguen (el día 5 ya no estaban).
Santa Águeda y procrastinando. Calle de Ramón
y Cajal, 11-13.
O el placer de meter la
cámara por los agujeros de las lonas que ocultan las obras.
Solar situado entre la
avenida César Augusto y la calle San Pablo. Fotos de enero de 2017.
Se pueden ver las vigas de
madera y los espacios que fueron habitaciones.
En los sótanos de algunas
tiendas de los edificios visibles al fondo, en la avenida, todavía quedan
restos de la muralla.
Se aprecian construcciones
subterráneas abovedadas, muy habituales en el casco. C/ Pedro Echeandía.
Vista desde la avenida.
En este solar abría estacionalmente
una churrería.
Lo que ha dado de sí una
serpiente de verano, una noticia tonta viralizada por las redes sociales y por
los periodistas, que completan buena parte de sus contenidos con las naderías
interneteras. Aparte de un poco más de ecuanimidad y de contraste, les pediría
a éstos más sentido común, más cultura y menos vacuidad efímera. No parecen
conscientes de que son figuras de autoridad. No sé las veces que vi y escuché
la semana pasada la gracieta del grajo andando. Lo mucho, cansa.
También hace unos años me
cansé de oír y de leer la falsedad de que sólo utilizamos el 10% del cerebro. Durante unos meses se difundió en radio, televisión, prensa y redes sociales.
Lo mismo ocurre con la defensa (no remunerada), por parte de muchos
periodistas, de determinados hábitos y alimentos repletos de propiedades
maravillosas que nos proporcionarán casi una saludable inmortalidad. Son muy
“cansos” y nos bombardean constante e intensivamente con datos sin verificar y
con chorradicas. De cualquier modo, esta futilidad globalizada y reiterada me ha
dado pie para hacer esta entrada.
Me encantaba el acceso al
Cine Coliseo, así como el del Fleta: esos largos pasillos que contribuían a
acentuar la emoción de comprar la entrada y de esperar a las puertas de la sala
para ver la peli. Recuerdo haber visto allí “Star Trek IV: Misión, salvar la
Tierra”, entre otras, pero sobre todo recuerdo la acogedora sensación
de estar dentro de un tonel.
El negocio que se ubica en la
actualidad en el mismo espacio ha respetado parte de lo que le daba ese aspecto
de barril.
El mes pasado hice un par de fotos a hurtadillas 😇.
En el Balcón de San Lázaro,
en el barrio del Arrabal.
Imágenes
del exterior (enero de 2017).
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Las fotos del interior (todas
sin flash) son de una visita realizada en octubre de 2016.
Plano en
la entrada.
El Real Convento de San Lázaro se fundó en 1224 y se encargó, entre
otras funciones, del hospital de leprosos y del cuidado de otros enfermos.
Entre las obras proyectadas
para la Expo de 2008 se incluía la realización de un túnel bajo el Balcón, pero
al excavar tuvieron que paralizar el trabajo porque se toparon con las ruinas
del Convento mercedario de San Lázaro.
Muchos sabíamos lo que había ahí (no hay
más que mirar alguna reproducción de los numerosos mapas antiguos de Zaragoza o
interesarse un poco por la historia local), como sabemos lo que esconde el
suelo de la ciudad en muchos otros puntos, pero se diría que no se saca a la
luz porque no interesa económicamente o que se destruye con ocultación y
rapidez aprovechando otras obras (pienso en el tranvía, etc.).
Detalle.
En realidad, no son esas las
razones de la destrucción y del desaprovechamiento del patrimonio: es por
inocente desconocimiento. Es una lástima que las autoridades y los empresarios
desconozcan que existe una institución llamada Universidad, llena de expertos
sobre cualquier tema. Por eso los autores del proyecto del túnel no se pusieron
en contacto con ella previamente, por pura ignorancia. No fue por
irresponsabilidad ni porque creyeran que la Alma Mater les iba a desbaratar la
idea en una ciudad llena de ruinas, no pensaron en impedir la paralización del
proyecto haciendo la obra urgentemente (un año antes del evento internacional)
y cubierta con vallas tupidas. En absoluto. Tampoco hay que pensar que lo que
se hizo después y cómo se hizo sea un ejemplo más de las barbaridades que se
han perpetrado en Zaragoza con el patrimonio histórico por puro lucro. Todo
ha sido por ignorancia de los “responsables”.
Llegó
a ser el centro religioso más importante del Arrabal, pero gran parte de él
resulto destruido cuando las tropas francesas volaron el Puente de Piedra en
1813. Tras la desamortización de Mendizábal, el lugar se convirtió en el
cuartel de San Lázaro.
Podríamos ofrecer a los
visitantes, aparte de un mirador, un lugar turístico que nos dejara ingresos.
En cambio, tenemos un centro de interpretación muy pequeño, cerrado casi todo
el año y cuyas visitas son gestionadas por unos voluntarios de la Asociación de
Vecinos Tío Jorge-Arrabal que se esfuerzan admirablemente en mostrar la
historia y el interés de su zona.
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Esquema
del Claustro del pozo (siglo XIII), que constituye el conjunto de ruinas
visitables en el Centro de Interpretación. El convento poseía un segundo
claustro.
Imagen tomada de un panel
informativo y modificada (el claustro es cuadro, pero la inclinación de la
fotografía lo deforma).
La entrada se sitúa en el sureste
(SE), entre el río y el paseo de la Ribera.
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Copia de una escena del “Monumento
a Los Sitios” de Agustín Querol, en la plaza de Los Sitios. Representa la defensa
de la Puerta del Convento de Santa Isabel, situado entre Altabas y San Lázaro: la
puerta grande que daba al patio del convento fue desencajada y abatida por los
franceses pero los zaragozanos la levantaron y la sostuvieron con sus brazos. Esta
maniobra volvió a repetirse con idéntico resultado hasta que los franceses
lograron entrar al patio y encontraron numerosos cadáveres aplastados detrás de
la puerta.
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Entrada al Centro de
Interpretación vista desde el interior, con la rampa de acceso.
Vista, desde la izquierda
de la rampa, del lado NE (paseo de la Ribera).
Al fondo, tras la columna central, la entrada.
Vista desde la rampa:
lado derecho (NE) y entrada (SE).
Vista desde la rampa:
lado derecho (NE).
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Vista desde la rampa:
lado izquierdo (SO, junto al Ebro).
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Lado derecho (lado NE,
paseo de la Ribera).
A la izquierda del
pilar, vista frontal desde la puerta de acceso (NO); a la derecha, el lado NE.
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Fragmento de arquería.
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Lado NE.
Lado NO.
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Esquina Norte.
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Esquina Norte hasta
esquina Este.
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Esquina E.
Lado SO a la derecha y SE
a la izquierda.
Lado SO.
Lado SO.
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Esquina S.
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Distintas perspectivas del
pozo, cuyas aguas eran célebres por su calidad.
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Copia del dibujo del
convento que realizó el mercedario Fr. Ramón Lisbona (1835) y foto del Ecce
Homo traído desde Argel a una capilla del convento por Fr. Juan de Molina. Era
sacado en procesión por el barrio en época de sequía. Desde los años 60 se
conserva en la Parroquia de San Pedro de Villar de los Navarros.
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Reproducción del retrato
de Fr. Juan de Molina (1579-1652), uno de los comendadores más
destacados del convento (ver su biografía en http://frayjuandemolina.blogspot.com.es/2015/04/su-vida.html).
Estuvo presente en la inauguración de la Capilla Mayor del convento, bajo cuyo
altar se colocó el Santo Cristo de Fuenterrabía, rescatado en 1638, en la
localidad vasca, durante un ataque del ejército francés. En la actualidad la
talla está en la Parroquia de Altabás.
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A la Asociación de Vecinos le
gustaría que sus visitas guiadas tuvieran más difusión, recibir más gente y que
esto sirviera de presión para que las autoridades completaran las excavaciones
de toda la zona, pero no parece que vaya a pasar.
En septiembre de 2016 se
anunció la reapertura del lugar (los tres primeros sábados de cada mes) y la
frecuencia de las visitas guiadas. Acudí en el horario establecido, pero no
apareció nadie a abrir el lugar. Fui a la Oficina de Información y Turismo de
la plaza del Pilar, les conté lo sucedido y la pobre que me atendió pasó un
buen rato buscando en vano, en archivadores y en internet, el horario y los días de
apertura. Finalmente hizo unas llamadas y me aclaró que yo tenía razón, pero
se había cambiado y sólo era visitable el primer sábado de cada mes.
¿De qué sirve poner un cartel
anunciando el Centro de Interpretación, que se ve desde la margen derecha, si
no se puede visitar?
Fotografías realizadas durante una de las crecidas de marzo de 2015.
El pretil y el Centro de
Interpretación.
El actual pretil de San
Lázaro data del siglo XVIII, está declarado Bien de Interés Cultural y
sustituye a otro anterior construido para impedir la inundación del convento.
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Otras
fotos, de noviembre de 2015.
Información tomada
principalmente del folleto entregado en la visita, realizado por la Asociación
de Vecinos Tío Jorge-Arrabal.
Ver otras imágenes al final
de la entrada Claraboyas.