viernes, 9 de abril de 2021

Durmiente ignorada

Septiembre de 2018

 




 

 

 

          Tras todo un año de ausencia, durante el cual no la dejaron descansar, la agotada campesina volvió a dormir profundamente en su jardín del paseo de Sagasta.



Esta imagen y las siguientes son de septiembre de 2019

 

La redondez de sus pies recuerda a los de un bebé

 



Dulce gesto de placidez

 

 


Ahí está, en su elevada cama, que recuerda a las de nuestros abuelos, aquellas en las que era imposible sentarse sin que nos colgaran los pies. La altura la aleja de la humedad y de la erosión del suelo, pero también de su lecho de flores.

 

 

Hago lo que puedo para mejorar el color y el tono producidos por el contraluz (esta imagen ha quedado demasiado oscura en el otro blog).

 

 


          Envidio la profundidad de su despreocupado sueño, en medio del denso tráfico y del trasiego de los peatones, que mayoritariamente la ignoran porque pasa desapercibida en su isleta entre calles: la gente viene de un paso de cebra y está pendiente del semáforo del siguiente, pero en su espera no reparan en la silenciosa durmiente porque ella siempre queda detrás del borde de la acera.








Vid. fotografías de antes y después de la restauración de La siesta de Enrique Galcerá en Y Zaragoza fluye.



P. S.:
Cada vez que actualizan algo, sea una nube para fotos, sea una web de blogs, sea lo que sea, es para peor. Los creadores de la tecnología disfrutan complicando las cosas y haciéndonos perder el tiempo.
 
         Ahora tengo que introducir las fotos una a una, porque si pongo varias seguidas a la vez, me las desordena, cosa que antes no pasaba. Tampoco puedo manejar bien el espacio entre las imágenes: pone el que le da la gana.


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