miércoles, 4 de diciembre de 2019

Pilas de adoquines

          No de los dulces incomibles y poéticos que tanto gustan a los turistas, sino de los estéticamente bellos que destrozan los automóviles, tuercen tobillos y se clavan en los callos.




          Con motivo de la construcción del aparcamiento entre las calles Reino y Braulio Foz para eliminar los coches de la fachada del Palacio de la Aljafería, han decidido sustituir parte del adoquinado que rodea el foso por baldosas de granito. Se trata de facilitar el acceso de los diputados de las Cortes de Aragón (y supongo que de los trabajadores habituales) al edificio.






          Divagando, me sorprende que sea un parquin de superficie (no querrán remover más las tierras contaminadas que dejó la química) y que no les hayan construido, con permiso de Patrimonio, una pasarela sobre el foso (como la que hay junto a la av. Madrid) y hasta una puerta agujereando el muro oeste (junto a la av. ciudad de Soria) para impedir que rodeen medio palacio caminando a la intemperie. Claro que desde el aparcamiento, salvada la cuesta, les podrían poner un carrito de golf para mayor comodidad.


          He leído algo sobre el proyecto, pero como no venía acompañado de un croquis, no lo tengo muy claro y la imaginación es libre y traviesa.



Ahí se ve el camino central que será de baldosas amarillas, digo, de granito. ¿No hay otro material? Granito me lleva a pensar en radón.
El cierzo extendiendo las banderas.

Al otro lado del foso, más pilas de adoquines


Fotografías de noviembre de 2019.

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