miércoles, 20 de febrero de 2019

No comerás el fruto prohibido


Parque de La Aljafería, febrero de 2019.

Alguien no se ha comido los frutos, pero sí la tilde del árbol.



          ¿No sería mejor poner un cartel en cada entrada del parque (o de cada parque) indicando que está prohibido ingerir plantas? Seguramente la mayoría de los ejemplares de los parques tienen alguna parte tóxica: adelfas, tejos, castaños de indias, etc.

Dos carteles.



          De hecho, yo no pondría ningún cartel, como no lo hubiera puesto en el murete del foso prohibiendo que la gente se sentara. Creo que entre las obligaciones de los adultos hacia los menores está la de enseñarles que no todo es comestible en cualquier sitio (plantas, insectos, tierra, etc.) y que determinadas acciones son peligrosas.
 

          Me parece que la sobreprotección y el deseo de librarse de responsabilidades (dejar a la criatura en un lugar seguro para relajarnos y centrarnos en el móvil, por ejemplo) se está yendo de madre. Un parque no es una piscina de bolas vigilada y cerrada donde desentendernos de los niños

No puedo imaginarme fotografiar el Palacio de La Aljafería sin coches delante. Será maravilloso.
 


          Por otro lado, puede que las advertencias hayan sido colocadas para impedir que los abuelicos que arrasan en invierno con todas las olivas de las zonas verdes de Zaragoza se confundan y se intoxiquen. Aunque dudo que se equivoquen de árbol.

Detalle de las hojas.



          No tendría que ser necesario recordarle a la gente que los parques hay que respetarlos, lo cual implica no realizar actos vandálicos ni comerse la flora como si fueran cabras. Ya puestos, que coloquen carteles con las normas cívicas de convivencia en todas partes: no molestar, no robar, no destrozar, etc.




Arco iris en el mismo día y parque, producido por el riego artificial.




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