miércoles, 22 de febrero de 2017

Perched, and sat, and nothing more



Título tomado de unos versos de “El Cuervo” de Poe: 

Perched upon a bust of Pallas just above my chamber door.
Perched, and sat, and nothing more.


Las imágenes de la calle San Miguel son de febrero de 2017; las últimas, del año pasado.





          Paseando hace unas semanas por la calle San Miguel me pareció ver una grajilla en un balcón, lo cual me sorprendió porque no suelen posarse tan cerca de la gente ni tan bajo en los edificios. 

          Me quedé mirando al córvido y comprobé que no se movía ni graznaba y además estaba sorprendentemente solo. Entonces vi que su mirador estaba lleno de púas antipalomas y me di cuenta de que era un espantapájaros, una figura disuasoria para la plaga de ratas con alas que infecta la ciudad.



Está empadronado aquí, por eso utiliza el signo de admiración de apertura.


En la tercera planta.

Foto desde la calle Juan Porcell.

Detalle. Sí, eso que hay encima, en el tejado, es una paloma oteando.

Edificio de la izquierda.


Detalle de la imagen anterior. En el tejado, el ala del bípedo plúmeo.




          Bueno, al menos no se posa en esa terraza, pero está claro que los CDs y los pinchos no siempre son infalibles.

¿No me dejáis ponerme en la barandilla? Pues me poso debajo.

En el balcón de al lado, unos días después: -En esta esquinica no habéis puesto pinchos.

- ¿Os gusta mi decoración de CDs y la nueva red verde? Sabed que, con un poco de acrobacia, me meto en el interior del balcón para criar.

 
 
          ¿Para cuándo una campaña de vigilancia y multa para esas personas, siempre las mismas, que todos los días van con carros de la compra llenos de comida para estos animales transmisores de enfermedades? Por no hablar de los estragos en el patrimonio cultural y en las viviendas en particular.


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