martes, 28 de mayo de 2019

La dulce boca que a gustar convida


Fotografías de esta mañana en el Parque Grande.



          Cuando he hecho esta primera fotografía, he centrado toda mi atención en el encuadre del visor (que se vieran juntos El Batallador, su León y la escultura nívea del paseo de San Sebastián), pero hasta que no he llegado a casa no me he dado cuenta de la rosa entre los labios y el regazo de la alegoría. La casualidad ha creado una bonita imagen.



Otra imagen, nada casual.



          Sobre la escultura blanco nuclear, ver la entrada Alegoría a la Agricultura y Escultura urbana.

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