Ubicado en el pretil de la
Pasarela del Voluntariado, junto al acceso al camino de tablas, en el barrio de
La Almozara. Fotos y vídeo de este mes.
Esta entrada tiene su mérito
(aunque sea como fallida terapia de desensibilización) porque en mi tierna
infancia me pico uno de estos bichos y todavía recuerdo el dolor, mezclado con
el calor agostizo de la hora de la siesta. Para mayor autotortura,
tuve que volver porque algunas fotos no eran suficientemente claras.
Marcado en rojo |
Detrás del cristal |
Con caracol incluido |
Mi amor por la naturaleza es
mucho, pero no llega a tanto, así que, por favor, que alguien fumigue la zona,
abundante en estas hymenopteras.
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