Fotografías
de esta mañana en el Parque Grande.
Cuando
he hecho esta primera fotografía, he centrado toda mi atención en
el encuadre del visor (que se vieran juntos El Batallador, su León y
la escultura nívea del paseo de San Sebastián), pero hasta que no
he llegado a casa no me he dado cuenta de la rosa entre los labios y
el regazo de la alegoría. La casualidad ha creado una bonita imagen.
Otra imagen, nada casual. |
Sobre
la escultura blanco nuclear, ver la entrada Alegoría a la Agricultura y Escultura urbana.