lunes, 22 de octubre de 2018

Pipí y popó con nocturnidad


          La fauna zaragozana es amplia y variada. Por donde vivo abundan los murciélagos, aunque no dan abasto para devorar tanto mosquito, y las salamanquesas se pasean por los balcones aportando su granito de arena a la misma labor extincionista. Hay noches estivales en las que puedo llegar a ver dos salamanquesas comiendo muy juntas y en aparente buena armonía. Otras veces no las veo, pero sé que han estado ahí por los regalitos que me dejan.


-Excremento de murciélago

Dicen que los murciélagos pueden comer miles de mosquitos en unas horas. ¿Cuántos habrá aquí? Foto de septiembre de 2016.


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-Excremento de salamanquesa

Septiembre de 2018.

Dos pruebas del delito. La barandilla ya necesitaba limpieza tras una tormenta. Agosto de 2016.

Una de las responsables, pillada in fraganti en junio de 2016.




Ver otra salamanquesa en la entrada El guardián en el tercero.


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