Vagabundeo tedioso por Zaragoza: Que por mayo era por mayo 2

Más imágenes de mayo de 2018, esta vez naturales, con el “Romance del prisionero” en mente.

Entrada dedicada a quienes sólo salen a la calle cuando es estrictamente necesario (con o sin franjas horarias) y toman medidas de prevención para no contagiar ni ser contagiados; a quienes saben que somos las personas quienes transportamos el virus y que cuanta más gente haya en menos espacio, más probabilidad de transmisión existe; y a quienes son conscientes de que el desconfinamiento se van ampliando en relación a la cantidad de camas libres que van quedando en las ucis y no a la disminución del bicho, que sigue ahí, como el dinosaurio.

El Ebro bajo el Puente de Santiago

Con el bonito verde cálido que suele tener cuando deshiela en el norte

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Paseo por la margen izquierda de Ranillas

Cuando el río lleva poco caudal, con el reforzamiento de la mejana, no siempre se ve agua en el lado de la margen izquierda

En el centro, un poste de la telecabina; en la derecha, el Puente del Tercer Milenio.

La primavera tiene estas cosas. Vida y muerte: los depredadores cazan para alimentar a sus crías. Si sus presas son progenitores de otras crías, éstas no sobreviven. Huevos robados, etc.

Aquí dentro hay proteína que no pertenece al embrión

Al fondo, el Ebro

El depredador no ha podido comerse todo el interior porque ha caído en una zona muy transitada y descubierta.

No me quiero ni imaginar cómo estará esta zona ahora. Las aves, en plena época de reproducción y cría, deben de estar cardíacas con tanto pseudodeportista improvisado.