Esta
escultura de Antonio Sacramento, llamada "La ola y el monstruo"
y situada en Gran Vía, parece gafada. Primero estaba escondida y
oxidada, ahora sirve de aparcamiento para los nuevos monstruos de la
ciudad.
Monstruos
inestables y peligrosos. Estos días es grato comprobar cómo el
cierzo tiene la misma opinión que yo sobre los patinetes y cualquier
otro medio de desplazamiento que vaya por las aceras y no sea
conducido por discapacitados.
La ciudad parece estar diseñada para ser fotografiada por la tarde. Por las mañanas no hay más que contraluces. |
Fotos
de enero de 2019.
Más
información sobre la obra en Escultura urbana.
no me a servido para nada :( dislike
ResponderEliminarA mí tampoco me "ha" servido para nada. De hecho, este blog personal no tiene ningún afán de utilidad pública :)
Eliminar