Que esté en la calle trasera de una vía principal y no sea la fachada de acceso no es justificación para afear la pared de ese modo: aparatos de aire acondicionado desperdigados sin orden ni concierto y balcones añadidos, con rejas que parecen pensadas para que los gatos no se lancen tras las aves, y todo para poner unas macetas. Espero que sean más resistentes de lo que parecen.
La parte inferior me recuerda, salvando la distancia estética, a las casas colgadas de Cuenca y a las colgantes o voladas de Tarazona. |
Son una espada de Damocles para los coches del garaje. |
Sin duda las mascotas se entretendrían viendo pasar desde ahí a los visitantes de la Cripta de Santa Engracia y a los clientes del hotel cercano. |
Los cables tampoco ayudan estéticamente. |
La vista a través de las rejas carcelarias debe de ser un poco claustrofóbico-depresiva. |
¡No habré pasado yo tiempo en esta papelería de la planta calle! La cámara de seguridad que hay al lado del garaje es de Correos. |
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