En la avenida de
Miguel Servet, n.º 123.
Parece como si la mala suerte
persiguiera a este
edificio, que pocas veces ha llegado a cumplir los objetivos
para los que ha sido destinado, y cuando lo ha hecho, ha sido durante poco
tiempo.
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Fotos realizadas
una tarde de junio de 2016, durante una visita guiada organizada por Mandrágora.
Nos mostraron algunas habitaciones más de las que aparecen aquí
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El palacio fue un regalo del empresario
naviero Miguel Larrinaga a su esposa Asunción Clavero (Albalate del Arzobispo).
Aunque vivían en Liverpool, planearon jubilarse en esta residencia, levantada en
la ciudad donde se conocieron.
Su construcción duró
diecisiete años. El proyecto corrió a cargo de Félix Navarro (1901), que a su
muerte fue sustituido por Fernando de Escondrillas. Su acabado interior se
prolongó décadas y sus propietarios no pudieron disfrutar de él porque fue
tomado por los militares durante la Guerra Civil y, finalizada ésta, Asunción falleció
(1939).
El viudo vendió el edificio,
incluidos los muebles, a Giesa (1942), que lo destinó a oficinas. Poco después,
esta empresa lo vendió a la Compañía de María (1946), que lo acondicionó para que
fuera sede del Colegio de Marianistas y después casa de formación de religiosos.
El deterioro obligó a éstos a cambiar de lugar y en 1988 decidieron vendérselo
al Ayuntamiento, pero éste no se mostró interesado y en 1993 fue comprado por
Ibercaja, su actual dueño.
Tras una profunda rehabilitación
dirigida por Mariano Pemán y Luis Franco, el palacio pasa a convertirse en sede
del Patronato Cultural de Ibercaja y acoge el Centro de Documentación de
Ibercaja Zaragoza, así como varias bibliotecas: Luis Legaz Lacambra, Federico
Torralba, Luis Pérez Serrano, Ramón Rey Ardid, Manuel Mindán Manero, Antonio
Ubieto Arteta, etc. (ignoro si al día de hoy sigue siendo centro documental).
En 2008 es declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. En la
actualidad se celebran bodas en su jardín y en algunas salas.
El edificio, lleno de
simbolismo en su exterior e interior, posee cuatro plantas: el sótano; la planta
baja, donde estaban el despacho, el comedor principal y el salón francés; la primera
planta, con la zona privada familiar y la capilla; y el ático, donde vivían los
trabajadores del servicio.
Información tomada de las
webs del Ayuntamiento y de Patrimonio.
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Decoración exterior alusiva al comercio
marítimo, obra de Carlos Palao |
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El remozamiento de la cerámica de la fachada
es obra de Alejandro Gullén y Sara García |
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Mural cerámico atribuido a Enrique Guijo
Navarro |
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Alegoría del Comercio (Mercurio) y de la
Industria (mujer con la rueda dentada) recibiendo a un barco, presumiblemente
como los de la compañía de Larrinaga |
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Las torres no poseían ninguna función
específica |
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Detrás de las columnas con vieiras y
decoración marítima, están las vidrieras de la entrada |
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Detalle de los capiteles con proas e
hipocampos |
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En la primera planta, escudos con los lemas
“Trabajo” y “Cultura” |
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En el dintel de la puerta, un rostro
sospechosamente parecido al de la dueña de la casa. Por algo será que el
edificio fue llamado “Villa Asunción” |
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Seguramente en el diseño original no tenía una
lámpara delante de la cara |
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Entrada:
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En el friso, presumiblemente el relieve del
rostro de Asunción. A la izquierda, el acceso al patio central |
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De nuevo, la dueña. Fotos de interior sin
flash |
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Mosaico en el suelo y algunos pies de mis
compañeros de visita |
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Vidriera con las iniciales de Miguel Larrinaga |
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Vidriera con las iniciales de Asunción Clavero |
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El emperador Adriano meditabundo junto a la
ventana |
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Planta baja:
-Sala situada a la izquierda de la entrada
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Techumbre |
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Suelo de la misma. Las habitaciones con pavimentos
de madera tienen distintos diseños. Las termitas y la carcoma hicieron estragos |
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-Uno de los salones principales
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Chimenea de piedra con decoración renacentista |
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Detalle de la pared |
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Estuco en el friso y lámpara apagada |
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Con las lámparas encendidas. Su luz amarillea
las imágenes |
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Pavimento de madera |
Continúa en la siguiente entrada: Villa
Asunción II
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