A Isabel, la mujer de
Fernando II de Aragón, le hubiera gustado esto: unos árboles de granado (púnica
granátum) delante del Palacio de la Aljafería.
Su función, aparte de
ornamental, es de bolardo para impedir que se aparque en la entrada de la Sede
de las Cortes de Aragón.
Flânerie de septiembre de 2016.
El arbolito a contraluz |
Junto a un saúco. Al fondo, el Torreón del Trovador |
Un curioso observando cómo
pongo mi vida en peligro esquivando los coches
|
Unos días antes de hacer las fotos, había más
granadas, pero el desarrollado instinto primate arborícola de unos y el trauma
de duros tiempos pasados de otros, hace que arrasemos con todo lo que es gratis o está a
nuestro alcance: sean olivas, granadas o las lechugas de Ranillas.
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