Echando de menos a don Juan

Detalle de la foto anterior

          La tarde del 31 de octubre asistí a la "Lectura teatralizada: Don Juan Tenorio", realizada por la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza en el Cementero de Torrero, y, mal rayo me parta, todavía me dura el enojo.

          ¿Realmente cree el Ayuntamiento que los ciudadanos de la quinta ciudad del país nos merecemos algo así? ¿porque era gratis? ¿No se puede organizar una actuación respetuosa y con un mínimo de calidad?

          En el pasado he visto interpretaciones muy válidas de teatro, danza y música clásica a cargo de niños y jóvenes, pero no culpo a los alumnos de la Escuela, sino a los que creyeron que aquello era suficiente para un evento municipal.

          A ello debo añadir que, aunque no acudí con prejuicios sobre la organización de actos culturales en un cementerio, me pareció inapropiado e irrespetuoso montar un espectáculo con altavoces: el espacio era reducido, los actores no necesitan micrófonos (o no deberían) y la música andaba sobrada de decibelios.

          Es triste que en Zaragoza no se aproveche esta fecha para representar de forma digna el mito del Don Juan, en cualquiera de sus versiones (Tirso, Zorrilla, Molière, Mozart, Richard Strauss, etc.), o interpretar cualquiera de los numerosos réquiems que existen.

          Supongo que, como era la tarde de jálogüin, el consistorio nos preguntó “¿Truco o trato?”, le negamos los caramelos y nos castigo con aquello.

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