Parque
de La Aljafería, febrero de 2019.
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Alguien no se ha comido los frutos, pero sí la tilde del árbol. |
¿No sería mejor poner un cartel en cada entrada del parque
(o de cada parque) indicando que está prohibido ingerir plantas?
Seguramente la mayoría de los ejemplares de los parques tienen
alguna parte tóxica: adelfas, tejos, castaños de indias, etc.
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Dos carteles. |
De
hecho, yo no pondría ningún cartel, como no lo hubiera puesto en el
murete del foso prohibiendo que la gente se sentara. Creo que entre
las obligaciones de los adultos hacia los menores está la de
enseñarles que no todo es comestible en cualquier sitio (plantas,
insectos, tierra, etc.) y que determinadas acciones son peligrosas.
Me
parece que la sobreprotección y el deseo de librarse de
responsabilidades (dejar a la criatura en un lugar seguro para
relajarnos y centrarnos en el móvil, por ejemplo) se está yendo de
madre. Un parque no es una piscina de bolas vigilada y cerrada donde
desentendernos de los niños
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No
puedo imaginarme fotografiar el Palacio de La Aljafería sin coches
delante. Será maravilloso.
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Por
otro lado, puede que las advertencias hayan sido colocadas para
impedir que los abuelicos que arrasan en invierno con todas las
olivas de las zonas verdes de Zaragoza se confundan y se
intoxiquen. Aunque dudo que se equivoquen de árbol.
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Detalle
de las hojas. |
No
tendría que ser necesario recordarle a la gente que los parques hay
que respetarlos, lo cual implica no realizar actos vandálicos ni
comerse la flora como si fueran cabras. Ya puestos, que coloquen
carteles con las normas cívicas de convivencia en todas partes: no molestar,
no robar, no destrozar, etc.
Arco
iris en el mismo día y parque, producido por el riego artificial.